Es navidad. La clárida nieve son ganas de huir y evadirse del tiempo y escrutar nuevos versos tras la rutina. El olor a viento y a luces y cuentos que rondan los platos de pequeñas mesas. Es navidad. Recuerdo la sombra del águila torcer los campos de vieja hierba. Las horas angostas son ganas de gritar tu nombre y morder la carne tumultuosa de cartas mojadas. En navidad despegaba otro avión comenzaba la tarde de nochebuena me agarrabas y no me dejabas irme hasta que la nieve se confundió entre las lágrimas de la ducha ahogadas tras el sórdido vidrio de la muerte.
Fugaces como estrellas, 2018.