Para Gabriela
El cálido eco del piano expande latidos de rosa, descubre las grutas ansiosas más rápido que la luz. Concentra en el claro del charco y el fuego y la miel y en la luna más densa energía vislumbra que el Sol y la Tierra de alur. El eco del piano, el eco que asombra, que ciega los astros y lagos desborda. El eco del piano son trémulas sierpes, es paz floreciente, es rojo invernal. Es vida, es mayo y abril reluciente, es gota candente y sinergia estelar. Galácticos saltos de sánscritas cuerdas impregnan el alma de magia espacial. ¡Convierte, oh, piano, los sacros axiomas en ráfagas puras de amor musical!
Fugaces como estrellas, 2019.