Para Mon Buhigas
Mientras cantan colibríes
esas liras invernales,
mientras agua dulce corre
a través de manantiales;
mientras brota decidido
y ennegrece el blanco sol
y en un ínterin se esconde,
bien gotean las instantes
manecillas
sobre cántaros sin fondo
sobre áridos canales
Desprendidas
se diluyen
entre soplos.
Bueyes tronzan con los dientes
nuestras carnes infernales
vueltas tan grisáceas sierpes
que semejan torrenciales
en la tierra;
tierra amarga,
tierra estéril.
Destrozada
muerto el fénix.
Nuestra lucha por volvernos
inmortales
es un ansia por librarnos
de este nudo de dolor
que aún nos rompe y nos late
donde yace el corazón.
Nuestra lucha por volvernos
inmortales
es querer romper el techo
dando tumbos desiguales
en continua sinrazón.
Fabricar bueyes azules no es tan fácil.
Los colibríes lo saben.
Y los yugos y las llagas
de los peces transparentes
que navegan en silencio
nuestros mares fluorescentes
siempre grises de nostalgia y de ternura.
En el fondo, no son bueyes
los que tiran del arado
de la vida;
son impulsos musicales
que se encuentran y armonizan.
En el fondo solo es eso.
En el fondo.Fugaces como estrellas, 2018.

